Pensar la noción de márgenes desde el audiovisual comunitario

“Yo estoy situada en el margen. Hago una distinción clara entre la marginalidad impuesta por las estructuras opresivas y la marginalidad que uno elige como lugar de resistencia – como localización de una apertura y posibilidad radical. Este lugar de resistencia se forma continuamente en esta cultura segregada de oposición que es nuestra respuesta crítica a la dominación, Llegamos a este espacio a través del sufrimiento y el dolor, a través de la lucha… Nos transformamos, individualmente, colectivamente, cuando creamos un espacio creativo radical que afirma y sostiene nuestra subjetividad, que nos da una nueva posición desde la que articular nuestro sentido del mundo”

 Bell Hooks

En este ensayo nos ocuparemos de manera especial de pensar la noción de “márgenes urbanas” y la emergencia de “nuevas formas de estar juntos” desde una perspectiva juvenil (Martín-Barbero, 2002, 1998, 1996), considerando como contexto, las formas de ocupación y construcción del territorio, que realizan los jóvenes vinculados a colectivos de comunicación audiovisual. Por ello, resultan relevantes los procesos de comunicación y producción audiovisual desarrollados por los colectivos Pasolini en Medellín –PEM- y Ciudad Comuna-C.C,[1] al contar con metodologías de producción audiovisual, que permiten ampliar las miradas sobre las márgenes urbanas de Medellín.

[1] Labor audiovisual del colectivo Pasolini en Medellín hace énfasis en la producción de audiovisual etnográfica y el colectivo Ciudad Comuna, fortalece su propuesta de Documental Social Participativo. Ver los enlaces: http://www.ciudadcomuna.org/medios.html y http://pasolinimedellin.com/

Los colectivos juveniles propuestos son importantes al estar  ubicados en alguna de las periferias urbanas de Medellín, que cuestionan las imágenes amañadas de “Medellín y sicarios” o “Medellín eterna primavera”, considerados estereotipos urbanos adjudicados a Medellín, que ocultan por un lado, raíces de exclusión social y de otro, visiones más críticas de la marginalidad territorial.  Por ello, en las creaciones audiovisuales de los colectivos Ciudad Comuna y Pasolini en Medellín es bien potente la condición de “arraigo territorial”, donde se hace evidente la orientación subjetiva que se deriva del vivir en un lugar particular.

Gracias a las prácticas y procesos de comunicación que promueven los colectivos C.C y PEM, reconocemos  sujetos y comunidades que desarrollan profundos sentimientos de construcción y protección de su territorio, potenciados por sus creaciones audiovisuales que valoran las memorias cotidianas de poblaciones en situación de marginalidad. En los colectivos juveniles C.C. y PEM, se evidencia un interesante tránsito en las formas de agruparse y constituirse como ciudadanos políticos. Estas agrupaciones tratan ante todo de distanciarse de las formas tradicionales de organización y exploran otras formas de ser sujeto  joven, actor social y gestor cultural. Se trata de colectivos fuertemente comprometidos con la dinámicas sociales y culturales de sus entornos, que hacen de la comunicación un elemento clave de su agrupación, en tanto, se apropian de medios de comunicación, basados en procesos propios de autoaprendizaje, colaboración grupal,  autogestión y pluralismo. (Garcés y Acosta, 2013). 

A su vez, los colectivos C.C. y PEM logran confrontar las nociones de territorio y hábitat construidas desde la lógica particular de saberes técnicos y racionales que consideran las márgenes como formas de “ocupación informal e ilegal”. Estos colectivos de comunicación hacen visible en sus creaciones audiovisuales otras nociones de margen urbana, construidas desde la vivencia de los jóvenes habitantes de territorios marginales. Veremos en la revisión de sus creaciones audiovisuales, como logran realizar interesantes procesos de reconstrucción de memoria urbana, al recoger inéditos relatos de sus vivencias relacionadas con los momentos de ocupación de las márgenes urbanas; en estos relatos audiovisuales se constata que en las formas de poblamiento en condición de bordes urbanos, resulta bien importante construir un espacio vital, que va del sentido de casa a la representación del entramado de barrio en sus configuraciones materiales (infraestructura)  y simbólicas (redes comunitarias y culturales).

En los colectivos C.C. y PEM valoramos las formas de apropiación del territorio, que realizan aquellos jóvenes que habitan en sectores populares, y bajo esa condición sufren diversas formas de desplazamiento que los obliga a reconfigurar las formas de habitar las márgenes de Medellín. Se trata de jóvenes que viven la incesante búsqueda de un lugar con sentido propio, en un espacio urbano que no los acoge, pues en Medellín se presentan altos niveles de discriminación hacía los jóvenes populares. 

La investigación sobre Colectivos Juveniles en Medellín considera la necesidad de potenciar un espacio de diálogo entre la academia y las experiencias de comunicación local, en busca de una re-mirada sobre el “sentido de las márgenes” que se construye desde las dos orillas.  De ese modo, retomamos el llamado que hace Martín-Barbero, a los investigadores en comunicación:

Estamos exigidos de una nueva manera de pensar e investigar que, en medio de la frenética globalización que acosa a las culturas, nos exige reconstruir los sentidos locales, aun los de las prácticas y las dimensiones más mundializadas de la vida social, pues toda interacción cultural es realizada siempre por actores situados, y los significados de las prácticas efectuadas o los derechos reclamados siempre remitirán en últimos al uso, a los usos sociales temporal y espacialmente arraigados. Lo que desde esa perspectiva descubrimos es que los saberes sociales no están ahí sólo para ser acumulados y transmitidos, sino para ser ejercidos ciudadanamente. (2009: 12)

Al pensar los procesos de comunicación propios de los colectivos juveniles vinculados a la producción audiovisual local y, además con la condición de estar situadas en áreas marginales de la ciudad de Medellín, nos inspira el reto propuesto por el profesor Sierra (2012,  2006)  y Martín Barbero (2009, 2002).  El profesor Sierra, enfatiza en los estudios de comunicación que promueven la autogestión y participación ciudadana, frente a los “estudios anestesiados con la era de las multitudes inteligentes. Ante la adversa política científica de financiación de estudios orientados a una visión crítica, social y/o humanística, del uso y apropiación social de medios, desde el punto de vista de su impacto en procesos de empoderamiento.  Aunque existe una memoria de las prácticas, y una teoría e investigación sensible a estas experiencias de subversión y resistencia cultural, sigue resultado marginal en las agende de investigación en comunicación”.  (Sierra, 2012: 2)

Para rescatar el sentido de lugar propio de las márgenes urbanas de Medellín, acudimos a dos miradas, una oficial y, otra que recupera los saberes sociales arraigados en población juvenil. Por ello, tendremos de un lado, una visión construida desde la distancia –propia de saberes técnicos y racionales-, que regulan y planifican las formas de poblamiento urbano; otra visión, se corresponde con los procesos de subjetivación presentes los relatos de vida de jóvenes que habitan la margen (regional y local), y a través de sus producciones audiovisuales es posible rescatar su propia mirada sobre el sentido de lugar en las márgenes. Ésta recuperación de la visión de los jóvenes marginales, es posible gracias a labor realizada  por  el colectivo Pasolini en Medellín con énfasis en la producción de audiovisual etnográfica y por el colectivo Ciudad Comuna, con su propuesta del Documental social participativo.

La propuesta de audiovisual etnográfico desarrollada por Pasolini en Medellín, busca vincular al proyecto a jóvenes populares (urbanos y rurales) en procesos formativos y creativos de producción audiovisual, con la intención de empoderar sus acciones, considerando la apropiación de medios y la transferencia de la metodología de etnografía visual.  Entre sus producciones audiovisuales, sobresalen los videoclips de hip hop urbano asociados al proyecto “De las representaciones globales a las mediaciones locales: videoclips en Medellín” (2008); durante el 2008 y el 2009 desarrollan el proyecto Memorias del Pasado, Ficciones del Futuro, a través convocatoria abierta a jóvenes de la Comuna 1 y 2 de Medellín, para reflexionar sobre el Barrio Popular. En especial en este capítulo, vamos a rescatar las visiones de márgenes que aparecen en el documental “Con la casa al hombro” (2009), participan  jóvenes afrodescendientes que habitan en los Asentamientos populares Nuevo Amanecer, Mano de Dios -corregimiento Altavista; Mirador de Calasanz y Nuevos Conquistadores  -comuna 13- y, Esfuerzos de Paz II de la comuna 8.[1]  Se resalta en el grupo Pasolini en Medellín, el interés central en trabajar con jóvenes populares, que les permite a los participantes replicar su aprendizaje, y transformarse en  líderes  locales, proponiendo de este modo, nuevos caminos para los procesos y medios de comunicación alternativos. 

El colectivo Ciudad Comuna está formalmente constituido como  Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna y tiene su radio de acción en la Comuna 8 de Medellín.[2] Es un colectivo de comunicaciones, liderado fundamentalmente por jóvenes,  que inicia en el 2008 y se fortalece con la decisión de los líderes de la Comuna de constituir -dentro del Plan de Desarrollo Comunitario- una línea de comunicación que potenciara la integración y la participación de la comunidad en la construcción de su propio desarrollo y en la cualificación de los procesos de convivencia.[1] En 2009, Ciudad Comuna inicia gestiones para que, a través del Presupuesto Participativo, se apoye el proyecto de creación del Centro de Producción Audiovisual, con este proyecto,  se inicia la primera etapa de formación en producción audiovisual de los  jóvenes de los distintos barrios de la comuna 8 de Medellín; su objetivo formativo fundamental es acercar a los jóvenes a los conceptos, herramientas y metodologías propias de la narrativa audiovisual con perspectiva social, comunitaria y participativa, buscando que los jóvenes puedan construir sus propias historias en contextos urbanos situados, y así, rescatar la memoria de la comuna y una mirada comprensiva de las realidades sociales y de las problemáticas de sus barrios. El Centro de  Producción Audiovisual de Ciudad Comuna, con el desarrollo de la metodología del Documental social participativo, ha producido entre otros el siguiente material audiovisual: Videografías de jóvenes de la Comuna (2009); Semillas del Pan de Azúcar (2011),  Sabores y colores de Mi Comuna (2012).[2] 

[1] Ver http://www.ciudadcomuna.org/medios.html

[2] http://www.ciudadcomuna.org/centro-de-produccion-audiovisual-cinetica-8.html

[1] El documental Con la casa al hombro parte de una serie de cinco películas, compuestas de filmes etnográficos colaborativos que problematizan y desarrollan la diáspora africana en Colombia, entre ellas, se cuenta con: “Mineno makusa ri Palenque” (2003) y “Los golpes de la vida” (2013)

[2] La comuna 8 está ubicada en la zona centro-oriental de Medellín, con una fuerte tradición en ocupación informal de áreas vulnerables por deslizamiento que, a su vez, ocupan los bordes urbanos, creando una mixtura social y territorial entre vida urbana y rural. En los procesos de ocupación de  bordes urbanos, se forjan zonas de conflicto propias de una ciudad irregularmente poblada, bajo los efectos del conflicto armado que vive el País y que genera la vulneración de derechos humanos y sociales.

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